CONÓCEME

¿Quién soy?

Crecí con un nombre y con una historia, no muy diferente a la de muchos, y fui moviéndome por la vida basada en lo que veía en mi pantalla social. Siempre buscando ese algo que me diera felicidad, satisfacción, alegría de vivir; caminando en círculo, buscando respuestas y, peor aún, buscando culpables por todo lo que yo había vivido. Un día decidí acabar con “todo”! Pero qué era ese todo? una vida artificial, construida a base de creencias prestadas, miedos, culpas y máscaras. Sí, las máscaras que me puse desde niña para ser aceptada, querida, admirada… dicho en otras palabras, y aunque suene terrible, por miedo a ser odiada, a ser despreciada, a ser rechazada. Bien, no está mal terminar con las mentiras, pero ¿estaba preparada? Creo que no. Entonces llegué a un país desconocido, multicultural y sin saber el idioma a intentar encontrar “el sentido de mi vida”. Y por 13 meses creí que el sentido de mi vida era renunciar a mis sueños y proyectos por considerarlos “asuntos materiales” y pasar por situaciones humillantes para “sanar mi mundo interior”. No niego que realmente aprendí, pero en los últimos años he comprendido que mi mayor aprendizaje es y será reconocer LO QUE SOY: Una mujer hecha de historias, pero también hecha de presente; una mujer con un sólo talento (ya me dí cuenta que no necesito nada más) que es el de ser Sanadora, y por eso un día elegí ser Psicóloga; una mujer poderosa, capaz de crear lo que quiero, incluso, desgracia, dolor, sufrimiento. Bien, hoy conectada con mi realidad, sólo quiero crear prosperidad, sanación, equilibrio, coherencia, amor.

La vida es como una escuela, a medida que “ganamos” un año escolar, pasamos al siguiente, así que mis años de aprendizaje me permiten ahora pasar al siguiente grado. Por muchos años le dije a pacientes y alumnos que los pensamientos, los sentimientos y las creencias conforman nuestra realidad, pero confieso que lo dije desde la teoría; ahora ya sé por mi propia experiencia que eso que dije es VERDAD. No porque lo haya leído en libros, sino porque yo lo viví, lo experimenté. Creí que no podía, creí que no era capaz, creí que ya era tarde; sentí enojo, sentí miedo, sentí culpa, sentí rabia y el RESULTADO fue dolor, soledad, angustia, frustración e impotencia. Definitivamente el problema no es mi historia de vida, ni mi origen, ni mis valores… el problema es creer que yo soy eso y que estoy determinada a seguir siéndolo.

Ahora ACEPTO que he vivido esta historia de vida para saber de lo que soy capaz, para al fin comprender que TODO depende de mí y que cuando cambio mi percepción de mí, todo afuera cambia. Es maravilloso descubrir que cuando amplío mi conciencia los cambios en mi vida vienen solos; todo sigue “igual”, pero ahora ya lo veo diferente, porque mi estado de conciencia me permite “ver” y “oír” lo que antes parecía “oculto”. Como dice un dicho popular “cuando uno está listo para oír, hasta las piedras le hablan”.

Por último, como dice Un Curso de Milagros (UCDM), existe una sola prueba (tan infalible como Dios) con la que puedo reconocer si lo que he aprendido es verdad. Si en realidad NO tengo miedo de nada, y todos aquellos con los que estoy, o todos aquellos que simplemente piensen en mí comparten mi perfecta paz, entonces puedo estar segura de que he aprendido la lección de Dios, y no la mía.

Theta Healing Session

¿Cuál es mi misión en la vida?

Después de muchas búsquedas y preguntas, comprendí que mi misión en esta vida es SANARME mientras acompaño a otros a sanarse también, CONOCERME mientras acompaño a otros a conocerse a sí mismos. Y no crean que es una tarea fácil! todo lo contrario, creo que es la tarea más grande, compleja y con más responsabilidad que un ser humano pueda asumir ¿Por qué? Porque implica, primero y muy importante, un encuentro conmigo misma, con mi sombra, con mis “demonios”, con el mundo de mentiras que he construido y con todo aquello que no he querido ver. Segundo, porque estar frente a otro, quien confía en que será de verdad acompañado, implica VERDAD. Sí, verdad desde lo que SOMOS, verdad desde lo que SABEMOS y verdad desde lo que juntos podemos HACER. No puedo acompañar a otro hasta un “lugar” donde yo no he sido capaz de llegar, es decir que no puedo “venderle” la ilusión a un paciente de que sane algo que yo misma no he sanado ni comprendido en mí misma. Así es, no puedo enseñarle a otro lo que yo tampoco sé ni he comprendido. Y no puedo decirle al paciente lo que quiere escuchar, porque la meta última de un proceso psicoterapéutico es “VER” la verdad. Entonces se cumplirá “la verdad nos hace libres”, o dicho de otra manera “la verdad nos sana”.

¿Cuál es mi enfoque psicoterapéutico?

Respeto todos los enfoques psicoterapéuticos, sin embargo, desde que empecé mi práctica profesional (hace 14 años), he visto que el enfoque psicoanalítico realmente produce cambios reales en las personas. Dicho enfoque se centra en dos pilares fundamentales:

  1. Comprender, resignificar e integrar la historia de vida, haciendo énfasis en los primeros años de vida. Esto por supuesto tiene una razón de ser, y es que cuando la psique empieza a configurarse, es muy susceptible de adquirir programas o creencias, a partir de lo que ve y oye, y son estos programas o creencias (enraizados o inconscientes) los que terminan configurando la vida del adulto.
  2. Los contenidos inconscientes, ósea la información guardada o reprimida, es quien gobierna nuestra vida, y termina camuflándose tan bien que nos convencemos de que “todo con nosotros está bien y es el mundo exterior el que está mal”. Así que como decía Carl Gustav Jung “Hasta que lo inconsciente no se haga consciente, el subconsciente seguirá dirigiendo nuestra vida, y nosotros lo llamaremos destino (o karma, o mala suerte). Por lo tanto, el proceso psicoterapéutico debe conducirnos a urgar, escarbar y profundizar en nuestro inconsciente para que “salgan” todas las creencias, programas, emociones escondidas que nos impiden relacionarnos sanamente con la familia, amigos, pareja, profesión, dinero, etc.

También es importante para mí ayudar al paciente a comprender su historia transgeneracional porque es innegable que traemos o compartimos información con nuestro clan, la cual necesita también ser sanada y soltada. Y desde la Programación Neurolingüística enseño a tomar consciencia de las palabras que usamos a diario para reforzar nuestras creencias y continuar atados o estancados.

Nota aclaratoria

Un verdadero proceso psicoterapéutico no se basa en dar consejos. La Psicología es ciencia, y quienes la estudiamos nos preparamos para comprender cómo funciona la psique, los mecanismos con los cuales opera, y por tanto sabemos que los consejos no sirven de nada. Esa es la gran diferencia entre consultar con un Psicólogo Clínico y aquella persona que NO LO ES. 

También es necesario comprender la magnitud de la palabra PROCESO. Proceso significa que lleva tiempo sanar la psique (aunque muchos “encantadores de mentes” que venden soluciones mágicas digan lo contrario). No es cierto que con una sesión nuestra vida esté comprendida o sanada. Dudemos por un momento ¿será posible que en una hora de sesión pueda sanar mi historia de 20 o 30 o 40 años?. 

Por último, el Psicólogo NO tiene las respuestas. Muchos pacientes acostumbran preguntar ¿cómo hago esto? ¿qué hago entonces?… Líbrame Señor de quien tiene respuestas! 

Estamos en una sociedad donde nos cuesta pensar, dudar, indagar. Y es verdaderamente triste que busquemos en otros las respuestas que sólo nosotros tenemos. Por supuesto no es fácil encontrar las respuestas, pero se trata de aprender a preguntarnos, aprender a esperar y tener la paciencia para encontrar, dentro de nosotros, la respuesta correcta. Y entonces es ahí donde cobra importancia el papel del psicoterapeuta, quien acompaña, enseña y ayuda a “ver”.

Acostumbro decirle a los pacientes, y quizá también te sirva a ti que estás leyendo: 

  • “El peor enemigo se esconde en el lugar donde nosotros nunca buscaríamos” (Julio César) 
  • “Duda de ti, porque tu mente loca no quiere que veas”.

Formación académica

Diplomaturas en:

Experiencia profesional

Estaré encantada de servirte.