La psicoterapia es la única forma de terapia que existe (UCDM), puesto que la mente es lo único que puede enfermar, entonces es lo único que puede ser sanado. Sólo la mente tiene necesidad de curación y, por tanto, el propósito de la psicoterapia es que la persona empiece a cuestionar su realidad, lo que la conducirá a sanar su mente y por ende, a percibir el mundo de otra manera, o dicho más fácil, se sienta mejor en su relación con todo lo que hay “fuera” de ella: padres, hermanos, pareja, jefe, compañeros de trabajo/escuela, amigos…
Lo único importante en la psicoterapia es ayudar al paciente a resignificar el sistema fijo de creencias que aprendió desde niño y que le producen miedo, culpa, odio, resentimiento, incapacidad, tristeza. Es un proceso que cambia la manera en que el paciente se ve a sí mismo, construyendo un “nuevo yo” más benévolo consigo mismo. Al final, lo que se logra es que el paciente logre verse a sí mismo libre de culpa, vergüenza o miedo, y de la misma manera, ve a todos aquellos que antes juzgaba y ante quienes se defendía (como si lo estuvieran “atacando”), inocentes.